Agua Marina ya era víctima de extorsión desde inicios de año
Antes del ataque, José Quiroga, líder de Agua Marina, había puesto en conocimiento de las autoridades la delicada situación que atravesaban los músicos frente a la criminalidad y las amenazas de extorsión. El propio Quiroga expresó a inicios del año públicamente: “Nosotros siempre hemos denunciado las extorsiones, pero no pasa nada. Ha tenido que pasar algo trágico para que las autoridades recién (hagan algo). ¡Ya basta de esto!”.
Estas palabras, pronunciadas durante el velorio de Paul Flores, cantante de Armonía 10 que fue asesinado por presuntos extorsionadores, reflejan el temor que se extiende entre los trabajadores del ámbito musical y otros sectores vulnerables.
El líder de la agrupación también relató agresiones previas en otro informe para Cuarto Poder: “Fuimos con el bus, tranquilamente, pensando que no iba a pasar nada y nos balearon. Menos mal que nosotros estábamos atentos y las balas pasaron cerca de nosotros. Pudo ocurrir una desgracia. En Trujillo, estuvimos en un concierto y nos pusieron explosivos. Esto pasó hasta dos veces”. Estos antecedentes muestran que la amenaza y la violencia contra artistas en Perú han escalado sin que medien acciones concretas de protección.